El presidente Alberto Fernández aseguró que durante la última dictadura cívico militar argentina (1976-1983) “no hubo dos demonios, hubo terrorismo de Estado que se llevó la vida de miles y miles de argentinos y argentinas” al participar del homenaje a las 12 personas secuestradas en la Iglesia de la Santa Cruz en Buenos Aires entre el 8 y 10 de diciembre de 1977 por el Gobierno de facto.
“Las Madres que se reunían en esta Iglesia están muy vivas en la memoria de todos nosotros, en el corazón y en nuestras almas. Y por la lucha que emprendieron todos los que hoy no están, todos lo que sufrieron esos años de terrorismo de Estado. Lo digo para los que sólo hablan de recordar a las víctimas del terrorismo”, remarcó.
Además, convocó a movilizarse este viernes 10 de diciembre a la Plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires para conmemorar los 38 años de democracia y el Día de los Derechos Humanos. El mandatario argentino junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex presidente de Brasil, Lula Da Silva, harán uso de la palabra durante el acto de mañana.
Por otro lado, el jefe de Estado sostuvo que “seguimos reclamando que en la Argentina haya justicia, seguimos reclamando una justicia mejor. Vamos a seguir peleando por eso, aun cuando a veces la justicia se corporativiza y hace todo lo necesario para ponerse enfrente de los que sólo pedimos verdad y justicia, que es lo que deberían garantizarnos los jueces argentinos”.
Y agregó: “Quiero decirles que voy a estar siempre trabajando al lado de los que están injustamente presos, pero quiero decirles también que el sistema institucional argentino no pone en mis manos la suerte de todos ellos, pero eso no me quita a mí la responsabilidad de seguir reclamando por ellos”.
En ese sentido confesó habla con Milagro Sala, dirigenta social presa desde 2016, veinte días después de la asunción de Gerardo Morales como gobernador de Jujuy. “Sepan que hablo con Milagro y sepan que pienso permanentemente en lo que le pasa a Milagro”, indicó.
