Continúa la vigilia en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner en la intersección de las calles Juncal y Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta, tras el pedido de prisión en su contra en la causa conocida como Vialidad.
Esta mañana un grupo de militantes seguía en las inmediaciones del edificio donde vive la vicepresidenta para expresarle mensajes de cariño y solidaridad.
Anoche, antes de cerrar la jornada de domingo, la Policía de la Ciudad montó un operativo que incluyó unos 20 móviles policiales, camiones hidrantes y efectivos de Infantería. Fue una nueva presencia de la Policía, que el sábado primero valló la casa de CFK y luego reprimió con palos, gases y camiones hidrantes. Además, filmó ilegalmente a los manifestantes desde terrazas y balcones de vecinos. Mientras tanto, el gobierno porteño se justificaba alegando que la concentración impedía la normal convivencia del barrio.
Otras de las acciones de la Policía se vio reflejada en un video que circuló por redes sociales ayer, donde se ve cómo efectivos de la Ciudad tratan de impedir a los empujones y golpes que el diputado nocional Máximo Kirchner ingresara en la casa de su madre.
El Partido Justicialista repudió el accionar de la Policía “durante la jornada de expresión popular que se vivió (el sábado) en las cercanías a la casa de la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Además, convocaron a los y las militantes “a mantenerse unidos, organizados y movilizados, en alerta permanente, para defender la vigencia de una verdadera democracia y de los derechos conquistados”.
El discurso de CFK afuera de su casa.
Después de la represión afuera de su casa, la vicepresidenta de la Nación dio un discurso ante la multitud que se acercó a mostrarle su apoyo. Parada en un escenario improvisado para la ocasión, la referente del Frente de Todos apuntó contra los dirigentes macristas, dijo que fue hostigada y que recibió amenazas, y agradeció el acompañamiento de la militancia.
También dijo que de todas las “manifestaciones espontáneas” que se produjeron a lo largo y ancho del país tras el pedido de condena en su contra que hizo el fiscal Luciani «en el único lugar en que entre el día martes y el día de hoy hubo escenas de violencia fue aquí: en la Ciudad de Buenos Aires y en la puerta de mi casa. Provocadas por lo que yo llamo el odio hacia la alegría y el amor peronistas.
“Odian al amor y a la alegría de los peronistas que siempre hemos sido objeto de la violencial”, expresó .
“Desde ese día hasta el día martes, esta esquina y en particular quien habla ha sufrido el permanente hostigamiento de gente que viene a insultar, agraviar y a amenazarme de muerte. Nunca vi a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires intervenir para evitar ese hostigamiento. Soy ciudadana también y pago mis impuestos igual que todos los que están acá. Tengo el mismo derecho que todos, no ninguno más pero sí el mismo. Y después dicen que los violentos somos nosotros”, agregó.
Luego, agradeció el acompañamiento de las personas que llegaron hasta su casa para “apoyar humildemente a un espacio político que tantas cosas ha logrado para la Argentina por más que quieran negarlo, ocultarlo o disimularlo desde sus construcciones mediáticas”.
“Por eso yo quiero decirles a todos ustedes que aunque viviera mil años nunca me va a alcanzar para agradecerles el amor, la solidaridad y la lealtad de todos ustedes”, soltó emocionada CFK.
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