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Miguel Etchecolatz murió a los 93 años este sábado 2 de julio en la clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel.
Durante la última dictadura militar, fue director de Investigaciones de la Policía de Buenos Aires y llegó a dirigir 21 centros clandestinos de detención. Se le contabilizaban al menos 90 delitos entre asesinatos, desapariciones, torturas y robo de bebés.
Al momento de su muerte, el oriundo de Nieves, una estación ferroviaria del partido bonaerense de Azul, cumplía nueve sentencias a cadena perpetua por los crímenes cometidos durante la dictadura.
En 2006, después de la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, fue juzgado en un juicio histórico que marcó el comienzo de una nueva etapa en el juzgamiento a los represores, en el que recibió cadena perpetua “por delitos de lesa humanidad en el marco del genocidio entre 1976 y 1983″.
Ese año el testigo clave en el juicio, Jorge Julio López, fue desaparecido antes de la lectura de la condena, el 18 de septiembre. Su testimonio fue fundamental para demostrar que Etchecolatz no solo daba órdenes, sino que también las ejecutaba.
Guadalupe Godoy, abogada y querellante en varios juicios de Lesa humanidad en La Plata – entre ellos, aquel icónico de 2006 donde representó a López- dijo que Etchecolatz “murió condenado por genocida cumpliendo condena en cárcel común, y eso es un logro de nuestro pueblo”.
“Si lo contrastamos sobre todo con lo que fue la impunidad de los 90 con él paseándose en los canales de televisión, enfrentándose con su patota a quienes lo escrachaban, vemos el enorme camino de justicia que recorrimos”, expresó en diálogo con Radio Futura. .
También reflexionó acerca del camino que queda por delante en torno a los juicios de lesa humanidad: “Su muerte y algunos hechos de los últimos tiempos nos abren un interrogantes de cómo continuar los juicios, cuales son los objetivos que tenemos hoy. Ya no estamos en el 2005/2006 cuando se reabrió esta segunda etapa de juzgamientos, sino que ya pasaron 16 años. Tenemos una carrera contra lo que llamamos la impunidad biológica”.
“Es un punto de inflexión y hay que pensarlo como tal. Tenemos que volver a discutir como campo popular qué es lo que pensamos que se juega en los juicios y cuáles son las tareas que tenemos por delante”, agregó.
Murió Etchecolatz, en cárcel común y condenado por genocida. Y eso es un logro de nuestro pueblo. Hace 16 años empezábamos ese primer juicio después de atravesar los años de impunidad. En este video se ven los rostros de tantas personas queridas que hicieron posible ese poco de pic.twitter.com/WgWtWmcaLo
— Guadalupe Godoy (@guadalgodoy) July 2, 2022
MIguel Osvaldo Etchecolatz murió y estaba siendo juzgado por los crímenes cometidos en los centros clandestinos conocidos como Pozos de Banfield, de Quilmes y el “Infierno” de Avellaneda.
La entrada Etchecolaz murió condenado en cárcel común: «Eso es un logro de nuestro pueblo» se publicó primero en Agencia de Noticias FARCO.
